Economistas kirchneristas y de la oposición ponen en duda el cumplimiento del acuerdo con el Fondo


Desde distintos ángulos, Rapetti, Bossio, Chouza y Alvarez Agis coinciden que las exigencias del Fondo que condicionan los desembolsos presentan serias dificultades para su cumplimiento.

El debate sobre el rumbo económico que atraviesa la cortina de humo blanco con el FMI evidencia la discusión sobre las dificultades que presenta el cumplimiento del acuerdo. El diagnóstico de los economistas de la oposición coinciden en parte con el que hacen algunos referentes del kirchnerismo y consultoras cercanas al oficialismo.

En un informe semanal que analiza el nuevo acuerdo “de transición” con el FMI “discutimos las posibilidades de cumplimiento y los desafíos del programa de cara a lo que resta de 2023” dice la consultora Sarandí que dirige Sergio Chouza.

Desde esta consultora destacan que “no hay cambios en el flujo de pagos, no hay modificaciones sobre las condicionalidades del programa y tampoco innovaciones sui generis, como un tratamiento particular para la porción de la deuda que excede la cuota argentina en el FMI”. Por eso, piden que “todo esto sea debatido cuando ya se despeje el panorama electoral, con la legitimidad de un nuevo gobierno”.

La consultora de Chouza también apela al carácter inflacionario del acuerdo. “Las medidas sobre el mercado de cambios distorsionan aún más el funcionamiento de la macro y generarán un impacto sobre los precios”.

Respecto a la meta de déficit fiscal, Chouza afirma que “mantenerse en cuadro los próximos meses va a ser desafiante” y explica que “dada una menor recaudación en aproximadamente 0,4% del PBI, por la merma de derechos de exportación, entonces el recorte del gasto deberá ser de una magnitud superior que la originalmente proyectada hace un año y medio atrás cuando se diseñó el Programa de Facilidades Extendidas”.

Dada una menor recaudación en aproximadamente 0,4% del PBI, por la merma de derechos de exportación, entonces el recorte del gasto deberá ser de una magnitud superior que la originalmente proyectada hace un año y medio atrás cuando se diseñó el Programa de Facilidades Extendidas.

En el mismo sentido se expresó la consultora Equilibra: “Si bien las medidas tomadas recientemente por el Gobierno van a incrementar la recaudación en un 0.4% del PBI, el gobierno no podrá aprovechar esos recursos”.

La consultora de Diego Bossio y Martin Rapetti, que trabajan para la oposición, proyecta que el deficit fiscal va a cerrar el año en un 2.4% “que es peor al acordado con el FMI”.

Emmanuel Álvarez Agis, ex viceministro de Economía durante la gestión de Axel Kicillof afirmó que el acuerdo a nivel técnico deja la puerta abierta para no realizar los desembolsos en caso de que “la PASO o la economía así lo justifique”.

Agis marcó que la meta de reservas “sigue siendo exigente, no repara en la peor sequía de los últimos 70 años y confirma la posición del FMI a favor de una devaluación sustantiva del tipo de cambio oficial”.

Respecto a la meta de reservas, Agis reconoce que se reduce “pero sigue siendo imposible de cumplir en las actuales condiciones porque demandaría que el Banco Central saliera del nivel actual -8000 millones de dólares en terreno negativo- y pasara a acumular 3000 millones de dólares”.

Para cumplir con los desembolsos prometidos, dice el ex viceministro, es de esperar que el Fondo presione por más aumentos de tarifas, una tasa de interés que esté todavía más arriba de lo que ya está, un dólar a tono con la inflación, un ajuste sobre la paritaria del sector público, reducción de planes sociales y, tal vez, más subas de impuestos. Paquete complicado de implementar en medio de la campaña.

“No es un acuerdo es una promesa, una promesa que no se puede cumplir”, afirmó un referente sindical que se reivindica como kirchnerista. “La idea es ganar las PASO y sentarse a discutir en serio”, agregó.

Fuente: lapoliticaonline.com

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